Texto de análisis del Docuemental "Desde La Nada", filmado el año 2002 por la documentalista Paola Coll, hermoso e impactante, una radriografía de la educación Chilena.
Con el afán de poder analizar los elementos que configuran las identidades de los distintos actores de la educación es necesario revisar el contexto en que estás identidades se fueron configurando. En la escuela moderna, e inmersa en una sociedad de riesgo, como nos muestra el documental, encierra dentro de sí un sinfín fenómenos sociales que influye en las distintas identidades que se dan dentro de ella.Es importante, analizar sus opiniones para desprender de manera más detallada la noción de identidad social que cada uno de esos tres actores posee. De las palabras que los alumnos emiten puedo desprender la desvinculación que ellos sienten hacia la escuela y a todas las formalidades que esta emana, al momento de hablar con las cámaras los alumnos del establecimiento dejan ver claramente lo absurdo que encuentran el asistir a la escuela, lo amarrados que se encuentran dentro del sistema, que lo ven como una obligación impuesta favorable sólo para el reconocimiento social, y la integración a la ciudadanía. No le encuentran el sentido a este proceso, que sin razón los adiestra constantemente bajo el marco del orden y la pulcritud extrema. Desde la nada se piensa este proyecto, elaborado para los estudiantes, pero sin la opinión de ellos, cosa que en los discursos emitidos por los jóvenes se dilucida, porque ven el proyecto distante, como una tarea a ser realizada sólo por los profesores y no en conjunto con ellos. Se piensa este proyecto para evitar la deserción del sistema, pero las medidas que se adoptan no son provechosas. El alumno es inventado y clasificado como de riesgo por actitudes que amenazan la “tranquilidad” del establecimiento, desde la perspectiva de las autoridades educacionales, ya sea docentes y directivos, los alumnos no son pensados como personas reales sino como maquetas, no se han aunando las nociones de estudiante y joven, ( La invención del Alumno; Gimeno Sacristán) sino como uno más de la lista, como uno que a toda costa no debe irse del colegio, porque o sino se perderá en la delincuencia, en la drogadicción o en el vandalismo. Los alumnos no tienen la capacidad de poder negarse a desarrollar el proyecto o enriquecerlo con sus opiniones, es para ellos, es para su bien. El mundo escolar en que ellos diariamente se mueven no les pertenece de 8 de la mañana a 3 de la tarde, porque los obliga a modificar su comportamiento, a ponerse un disfraz que es diseñado por las normas que rigen al establecimiento, y son limitados a seguir el ritmo que los docentes quieren que sigan, la mayoría de este proceso represor es inconciente y adquirido.(-“señorita: le prometemos que nunca más nos vamos a portar mal, no vamos a conversar en la sala, vamos a tener puras buenas notas, arriba de 6, vamos a ser buenos alumnos, para que usted no se enoje”).Además de esta noción de control que los alumnos perciben de la Escuela, se puede desprender la educación como impulso a una calidad de vida mejor, en lo que a aspectos económicos se refiere, lo ven como un impulso a un asenso social, cargado de compromiso con la comunidad en la que ellos crecieron. Los discursos de los alumnos se relacionan con la educación como herramienta para ser una “mejor persona”, para tener dinero para ayudar a mi familia. Ven a la estabilidad como una meta a la cual hay que llegar con ayuda de la educación. Lo que me llama la atención de los discursos refiriéndose a lo que ellos esperan de la educación, es que sus sueños son limitados por la calidad educativa que se les entrega, y se configuran sólo hacia las falencias que ellos han experimentado a lo largo de su vida, (formación de familias bien constituidas, estabilidad económica, ayuda a su comunidad, pero ellos estando fuera de su población). Ellos son capaces de de soportar la organización autoritaria y no integradora de la Escuela para cumplir las metas antes mencionada, pero no todos salen vencedores dentro de este mundo de relaciones asimétricas y desiguales. Se desilusionan y se dan cuenta que la calidad de enseñanza que se les da no es la óptima, su opción es limitada a ser buenos y sumisos obreros reproduciendo la realidad en que ellos se configuraron.La identidad del Alumno se puede definir como: reprimida, institucionalizada, controlada, limitada, disfrazada, uniformada, lejana de la realidad común que los alumnos viven fuera de la escuela, esteriotipada y plana.
Se constituye al profesor desde las opiniones que ellos entregan a lo largo del documental como los héroes de la película, salvadores de estos jóvenes que se encuentran a la deriva, héroes que no conocen a la persona que van a salvar. Al momento de elaborar un proyecto para evitar la deserción es necesario diagnosticar el por qué los alumnos se bajan del sistema educativo, incluyéndoles, puesto que son su objeto de análisis. Es absurdo que se piense en los alumnos, pero sin los alumnos. Gracias a las acotaciones que las profesoras protagonistas se puede descifrar esta problemática como una realidad nacional, la poca integración que se da en el aula, las relaciones asimétricas que no permiten una relación estrecha con el alumno, el profesor finge ser un profesional como un doctor que no pone en juego todas sus experiencias de vida, limitándose sólo a su labor docente cuantitativa, siendo que debiera llevar al aula todas sus vivencias que de alguna u otra manera enriquecen y unen más las relaciones con sus alumnos.Otra de las declaraciones que son importantes de analizar son aquellas en las que la profesora Gladys destaca: -cuando te cuente todos los problemas que tiene este niño te vaí a poner a llorar – refiriéndose a Miguel. Más que la comprensión, la profesora siente lástima del alumno, síntoma que se repite a lo largo de todo el documental, convirtiendo a los alumnos en víctimas de lo injusto que es la sociedad en la que nos desarrollamos, cosa que no es discutible, pero debería ser llevado a segundo plano y dar paso a una interacción educador- educando que permita que los mismos alumnos desarrollen una propuesta para la solución de este problema. Considerando que las acotaciones de las profesoras están llenas de buenas intenciones, se puede desprender que ellas en verdad están interesadas en la elaboración y el trabajo del proyecto, pero al momento de presentarlo a la comunidad educativa, éstos no tiene una disposición a innovar en lo que a sus prácticas pedagógicas se refiere, es más, sienten que su territorio está siendo invadido, la libertad y la autoridad que ellos ejercen puede ser controlada por los otros profesores, no ven esto como una ayuda, lo ven como un método que pondrá en el tapete su manera de ser profesor. La crisis de la profesión docente y la falta de identidad profesional se ve reflejada en este aspecto, los distintos factores que involucran que el profesor se sienta menospreciado, el habitus en que se desarrolla, en el contexto de jóvenes con deficientes capacidades de análisis, el barrio que los rodea, los apoderados, constituyen dentro de sí la formación de sus opiniones y la forma que tienen al relacionarse con el alumnado.
Creo que desde la perspectiva crítica es cuestionable que algunos profesores se comporten de cierta manera o emitan ciertas opiniones dentro del documental, pero es necesario poder dilucidar las situaciones que ellos han vivido que formaron ese carácter o la poca disposición a la innovación, la predisposición negativa y el pesimismo reinante en el ambiente escolar, que tienen fundamentos que para mí son fuertes, y que desde la misma boca de la profesora Gladys son emitidas: -quiero hacerlos soñar, pero me da miedo transformarme en una persona que les vende un sueño que ellos no van a poder comprar- además de darle una propiedad mercantilista a las metas de los alumnos, la profesora esboza los primeros rasgos de frustración que los más antiguos tienen internalizados, por factores que Jaquelyn Gyshling describe en su análisis, la sobrecarga horaria, el poco desarrollo personal, los malos pagos, la desvalorización del “ser profesor”, la falta de tiempo para la planificación, la nula organización entre colegas, el ambiente de trabajo tenso por la infinidad de conflictos que se presentan en el colegio, cosa que lleva al profesor a ser más severo y tacaño al momento de “enseñar”, quieren que los chicos vivan su realidad, descarnada y violenta, quieren hacerlos aterrizar de manera dura, además de no creerlos capaces de salir de la nebulosa que los rodea, pero debe existir siempre la esperanza de cambio, una pequeña revolución dentro de la sala de clases y no coartar “el dejar hacer” que sirve como herramientas para acercarnos al sueño utópico de una sociedad más justa. Es común además en el documental el nulo trabajo en equipo que se da en esa escuela, los profesores no creen en sus colegas más jóvenes, la experiencia la remiten y la colocan en un altar, no se puede tocar, y debe ser admirada por los más inexpertos. ¿Qué me va a venir a enseñar?, ¿qué se cree con sus nuevas prácticas? Esto siempre ha funcionado así. Frases que se hacen comunes al momento de que se implementa una nueva metodología de trabajo que implica un desarrollo en equipo que podría ver amenazada su cotidianeidad al momento de hacer pedagogía.Las distintas identidades docentes que se dan, logran configurar dentro de sí una imagen que está limitada por las trabas que se le presentan, que se relaciona íntimamente con lo difuso que resulta el saber del profesor. La poca disposición al cambio, el considerar a los alumnos inferiores y sin opinión, subestimar y sentir lástima hacia ellos, lo asimétrico de las relaciones que se dan, la poca colaboración entre colegas, la formalidad que uniforma los sueños y la crítica, que no las dejan florecer libres. Es necesario al momento de analizar a los apoderados poder desprender la relación que este tiene con el alumno, en el documental los apoderados que aparecen, como también se da en nuestra vida diaria suelen ser familiares directos que en cierta medida es la realidad nacional que se da. Los apoderados constituyen parte indispensable del proceso educativo, que en relación con el habitus en que ellos se desarrollan influirá de manera directa en las opiniones que ellos emitan.Al momento de analizar los discursos de los apoderados se puede ver que ellos esperan de la educación de sus hijos sueños muy similares, la educación como pase a una calidad de vida mejor, calificándola como un pase al ascenso social, mediado por lo monetario, salir del lugar que los rodea, teniendo claro que la educación es lo único que los puede salvar de no vivir una realidad que ellos han vivido. Esperanzas que en contexto resultan significativas, porque quieren que sus hijos sean más que ellos, y además que retribuyan el esfuerzo que ellos han puesto en su formación, esfuerzo que no sólo se limita a lo monetario, sino a lo valórico”-que me den lo que yo siempre quise darles a ellos-“. Ven en sus hijos el reflejo de sus sueños que fueron coartados en cierta manera por la reproducción de un sistema social injusto, que aun persiste. Además de creer que la educación es salvación pura, salvación que se configura sólo alrededor del esfuerzo y el empeño que ellos pongan, es común y creo que a todos nos han dicho alguna vez esto: Estudia es por tu futuro, es por tu bien; no comprenden claramente lo que los chicos van a aprender a la escuela, están desinformados del proceso educativo en que los alumnos se mueven, es esto responsabilidad de ellos, pero también de los profesores. Cuando existe la posibilidad de dialogar y debatir dentro de una reunión de apoderados, se ordenan mal las prioridades y se habla de las cuotas del curso, del paseo de fin de año, del comportamiento, etc. Y tampoco los apoderados preguntan y se informan de lo que los alumnos viven diariamente en el aula, sus informantes son sólo los niños que más de una vez hacen que las situaciones sean favorables para ellos transformando la realidad a su beneficio, esto se ve reflejado claramente en las declaraciones que el padre de Miguel emite:-“yo CREO que no es el único, yo CREO que son la mayoría de los cabros”, ese “creo” es el elemento fundamental de la acotación que encierra el desconocimiento de lo que en verdad se vive en la Escuela.Existe poco compromiso con la educación de sus hijos, este proceso debe ir en cierto modo dirigido por los padres y apoderados, constituyendo complicidad que por distintos agentes no se ha ido dando, pero la desinformación de los apoderados no se debe porque ellos no quieren, sino por las tareas que ellos diariamente deben cumplir para desarrollarse en la ciudadanía, jornadas de trabajo largas, poco desarrollo de vida familiar, la vida moderna que trae consigo factores que han ido destruyendo las relaciones sociales más estrechas y que se mencionan en el análisis que Reca que configuran distintos realidades familiares.El apoderado se convierte en una imagen representativa del alumno, el que debe poner la cara ante su hijo, es un aval de este proceso que transforma al alumno en un producto educativo mercantilizado.
El apoderado desde la nada en que se forma puede ser descrito como: limitado en sus posibilidades, desinformado, una imagen representativa, poco activo dentro del proceso, estático y esperanzado de que el alumno emerja de la realidad en que ellos vivieron.
Fabián Pacheco Barrera.